La cantidad de agua en el cuerpo de una persona adulta es, en promedio, de aproximadamente el 57 %. El agua es necesaria para el correcto funcionamiento de las células, la regulación de la temperatura corporal, la eliminación de desechos y otras funciones vitales del organismo. La deshidratación grave puede provocar complicaciones graves, como problemas renales y urinarios, enfermedades relacionadas con el calor, e incluso un golpe de calor potencialmente mortal, por nombrar solo algunas. Por lo tanto, es fundamental mantener el cuerpo hidratado durante los calurosos meses de verano.
1. Bebe suficiente agua: El consejo más común es beber ocho vasos de agua al día. Sin embargo, la ingesta de agua recomendada depende de la edad, las actividades diarias, la temperatura exterior y otros factores, por lo que podría necesitar más de ocho vasos. Si no te gusta el agua sola, añade una rodaja de limón o una hoja de menta y disfruta del sabor del verano.
2. Disfruta de una taza de té caliente: Puede que suene extraño, pero las bebidas calientes pueden ayudar a que nuestro cuerpo sude más, lo que mejora la evaporación y, en última instancia, proporciona una sensación de frescor. Esto significa que el té caliente puede ayudarte a mantener una temperatura corporal óptima durante el verano.
3. Añade cubitos de hielo a tu lista de cosas para llevar: Cuando viajas, las bebidas que llevas pueden calentarse demasiado rápido. Antes de salir de casa, añade unos cubitos de hielo a tu bebida favorita de verano para mantenerla fresca por más tiempo. O incluso puedes meter la botella entera en el congelador durante media hora.
4. Enriquece tu dieta de verano con frutas y verduras: Elige alimentos ricos en agua. Disfruta de una gran rebanada de sandía, un zumo recién exprimido o una deliciosa ensalada de pepino y tomate. Las mejores alternativas son: fresas, frambuesas, piña, apio, pimientos y espinacas.
5. Haz ejercicio temprano por la mañana o tarde por la noche: Correr en un caluroso día de verano es imposible. Siéntate a la sombra con un buen libro o con tus seres queridos, preferiblemente. Deja el ejercicio para las horas más frescas del día. Verás que el sol saliendo por la mañana o la brisa al atardecer pueden añadir más encanto a tus actividades deportivas.
1. Bebe suficiente agua: El consejo más común es beber ocho vasos de agua al día. Sin embargo, la ingesta de agua recomendada depende de la edad, las actividades diarias, la temperatura exterior y otros factores, por lo que podría necesitar más de ocho vasos. Si no te gusta el agua sola, añade una rodaja de limón o una hoja de menta y disfruta del sabor del verano.
2. Disfruta de una taza de té caliente: Puede que suene extraño, pero las bebidas calientes pueden ayudar a que nuestro cuerpo sude más, lo que mejora la evaporación y, en última instancia, proporciona una sensación de frescor. Esto significa que el té caliente puede ayudarte a mantener una temperatura corporal óptima durante el verano.
3. Añade cubitos de hielo a tu lista de cosas para llevar: Cuando viajas, las bebidas que llevas pueden calentarse demasiado rápido. Antes de salir de casa, añade unos cubitos de hielo a tu bebida favorita de verano para mantenerla fresca por más tiempo. O incluso puedes meter la botella entera en el congelador durante media hora.
4. Enriquece tu dieta de verano con frutas y verduras: Elige alimentos ricos en agua. Disfruta de una gran rebanada de sandía, un zumo recién exprimido o una deliciosa ensalada de pepino y tomate. Las mejores alternativas son: fresas, frambuesas, piña, apio, pimientos y espinacas.
5. Haz ejercicio temprano por la mañana o tarde por la noche: Correr en un caluroso día de verano es imposible. Siéntate a la sombra con un buen libro o con tus seres queridos, preferiblemente. Deja el ejercicio para las horas más frescas del día. Verás que el sol saliendo por la mañana o la brisa al atardecer pueden añadir más encanto a tus actividades deportivas.
